jueves, 26 de enero de 2017

HOY NO ESTOY PARA NADIE, NI PARA NADA QUE NO SEA RECORDAR.

Quiero que este amor sin causa,
muera de causas naturales.
No quiero matarlo con venenos o con armas.
Me gustaría verlo morir tranquilamente,
dejando de respirar, poco a poco y decirle con cariño:
¡Entrégate, amor!
¡Entrégate a la agonía!
Se apaga tu fuego, no existes más.
Quiero ver cómo exhala por última vez,
sin que nadie lo llore.
Seré la única en el entierro,
así como fui la única que conoció su existencia.
Y cuando esté tapado con tierra,
quiero ponerle una flor blanca, como su pureza.
No quiero guardarle luto,
habiendo pasado ya por el duelo.
Es hora de que mueras, amor.
Muere, ya.
Angélica Perdomo

No hay comentarios:

Publicar un comentario