jueves, 19 de enero de 2017

Llama a la partera.

Esta es una de las series más  fabulosas y que mejor funcionan para gente como yo, que le gusta procrastinar pensando, en realidad no me gusta, pero no lo puedo evitar. También, creo que me interesó porque hasta hace 6 años, mi sueño era ser ginecoobstetra y el interés por los partos, la maternidad y los bebés sigue en mí, sólo que ya no como una carrera o modo de ganarse la vida. En fin, ya he dado a entender que es una serie que da para reflexionar ¿sobre qué? problemas sociales de las población marginadas.  Aunque la historia se desarrolla hace más de  medio siglo, van a ver que muchas de las situaciones siguen vigentes, lastimosamente. Bueno, he aquí una sinopsis por si se interesan:

"Ambientada en uno de los "ghettos" de Inglaterra, a finales de 1950, Call the midwife muestra lo bello y lo crudo de la existencia a partir de un hecho tan trascendental como es el nacimiento de un ser humano. Aunque cada capítulo trae nuevos protagonistas, son las enfermeras del Nonnatus House (un convento dedicado a prestar el servicio de partería a la comunidad) quienes conectan a través de su labor con esta realidad que no las dejará indiferentes a ellas, ni al espectador."
-Yo, la que improvisa sinopsis.

Sigo. Es una serie muy  bella teniendo en cuenta que es del género dramático y que está basada en historias reales. A veces se escapa alguna lágrima de tristeza, alegría o ternura, hay alguna que otra risa por sus personajes y escenas cómicas o sarcásticas (mis favoritas) ¡Y TRONCHATORO APARECE! Mejor dicho, Pam Ferris; esta vez representa a un personaje agridulce, con momentos rudos (no TAN rudos como en Matilda) y otros que simplemente derriten a cualquier corazón de acero.

No estoy muy segura si sea piratería, de todas formas, dejo el link del primer capítulo:

Ahora sí, ¡ALERTA DE SPOILER! Viene mi revisión, si les interesó la serie, mírenla y luego sí leen lo demás.

Empezaré con lo que he llamado "el choque de la comodidad con la miseria". Parece ser (hasta donde he visto) que la mayoría de las enfermeras vienen de un lugar privilegiado en la sociedad. Jenny Lee, el personaje principal, tiene varias conmociones en sus primeros días como enfermera en la comunidad y es de esperarse, no sólo porque en el área de la salud se ven muchísimas cosas impactantes (como estudiante del área de la salud, que no ha visto nada, lo puedo decir) sino porque es lógico que alguien que está acostumbrado a tener todo, que ha vivido en la comodidad desde que nació, viva en una burbuja, a menos que algún día, el deber le obligue a ver la otra cara de la moneda. Los privilegios existen, hay quienes los tienen en gran medida, otros tienen lo necesario y suficiente pero algunos (muchos) no conocen la palabra, mucho menos la experiencia de ser privilegiados. Uno de tantos privilegios que puede una persona tener hoy en día, vino a mi mente al ver tantos niños corriendo por ahí: anticoncepción. Jenny Lee me leyó el pensamiento y dijo algo así como: ¿no ven que entre más hijos tienen, peor es su situación? y la hermana Evangelina le respondió algo como: "hasta que no inventen algo". Entendí esa respuesta como que no existían los anticonceptivos en ese momento pero en uno de los capítulos siguientes aclaré esa duda, entonces, o  se equivocaron los libretistas o la hermana Evangelina vivía en otro mundo o miraba para otro lado cuando las enfermeras daban las charlas de planificación familiar, lo que igualmente sería culpa de los libretistas pero se les perdona, no pasa nada. La curiosidad me impulsó a hacer una exhaustiva investigación de 2 segundos en Google, que  posteriormente me llevó a Wikipedia,  donde encontré que los métodos anticonceptivos existen desde hace mucho tiempo, algunos eran más bien "intentos" de anticoncepción, ¡qué barbaridad! sin embargo, no deja de ser interesante que los seres humanos desde hace tanto tiempo estén intentando controlar la descendencia, la propia y la de otros; en la serie, era la iglesia anglicana que rechazaba los métodos anticonceptivos por "atentar contra los propósitos de Dios" o algo así. No me meto en eso, aunque ellas (la mayoría de religiones) se metan hasta en la cama de la gente.

La amante cautelosa de Nicolas François Octave Tassaert.
(Sólo espero que las amantes cautelosas de hoy no inflen los condones para ponerlos
y no sé de cuál pudor hablan las generaciones previas a nosotros con tales despliegues de arte). #NoMoreComments

 Hoy en día somos muy privilegiados en ese sentido, por lo menos en mi entorno y en comparación a 50 o 60 años atrás. Es que si así era en Inglaterra, pues nosotros no estábamos tan mal, digo, mi abuela tuvo 11 hijos y he escuchado de familias de 20 o más hijos ¡igualito que en la serie!
Es motivador saber que cada día hay más conciencia sobre el asunto,  no se trata de esterilizar a diestra y siniestra o de limitar el número de hijos por pareja sino de que cada persona tenga la oportunidad y la capacidad de decidir.  
Escucho a la gente hablar así como la enfermera pero de maneras despectivas sobre la gente de poblaciones vulnerables: ¡No hacen sino reproducirse como ratas!, ¡Preñándose no más para que les den otro subsidio! Puede que sea verdad que para una persona pobre, el tener más hijos representa más pobreza (y también para los indicadores del país) pero ¿qué se está haciendo para sacar a la gente de la ignorancia? Mejor dicho si lo que esa gente dice es cierto, ¿qué tan bueno será  el sistema educativo de un país en el que una persona hace cuentas y le parece un buen negocio tener un hijo por un subsidio? Acá es cuando me dan ganas de echar unos hijueputazos al aire porque si la gente no sabe sumar ni restar, algo que se aprende en los primeros 6 años de vida ¡¿qué van a saber sobre control de la natalidad?!  Ni siquiera sabrán que eso existe pero confío en que cada día, en Colombia y en el mundo, vamos a tener más herramientas y autonomía para decidir, o eso espero.



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